Antecedentes
FIMI desde sus inicios presta especial atención a la situación de violencias que enfrentan las Mujeres Indígenas. Nuestro punto de partida fue el “Mairin Iwanka Raya: Mujeres Indígenas confrontan la Violencia” (2007), un informe complementario al Estudio sobre Violencia contra las Mujeres del secretario general del 2006, cuyo documento aborda la temática de manera integral y desde nuestra perspectiva como Mujeres Indígenas, analizando las manifestaciones de violencia, estrategias y lecciones aprendidas a nivel comunitario, así como elaborando recomendaciones para erradicarla.
En el proceso se ha profundizado el tema desde la perspectiva indígena a partir de consultas nacionales y regionales, encuentros y foros internacionales, los cuales dieron lugar a recomendaciones para erradicar la violencia, elaboración de indicadores para medir y monitorear la problemática; así como, la necesidad de contar con un observatorio.
El año 2010, Mujeres Indígenas incidieron ante el Foro Permanente para las Cuestiones Indígenas de la ONU logrando que estuviera dentro de las recomendaciones oficiales, la necesidad de contar con un “mecanismo mundial de observación dirigido por Mujeres Indígenas y dedicado a reunir, organizar y supervisar la información sobre la violencia contra las mujeres y las niñas indígenas, a fin de dar mayor visibilidad al problema y mejorar las actividades de promoción en favor de la adopción de medidas políticas,” recomendación dirigida a los organismos de las Naciones Unidas, en particular a ONU-Mujeres, el UNFPA, la Oficina de las Naciones Unidas contra la Droga y el Delito (UNODC), el PNUD y el UNICEF, para que cooperen entre sí y apoyen la creación y consolidación del Observatorio.
En el Plan Estratégico 2011 – 2015 de FIMI, se incorporó el observatorio de Mujeres Indígenas contra la violencia como un componente del Programa de Investigación e intercambio de conocimientos, cuyo objetivo fue monitorear y visibilizar la situación de violencia contra las Mujeres Indígenas en todas sus manifestaciones y niveles promoviendo el cumplimiento de compromisos internacionales de derechos humanos. Así también, llevar a cabo procesos participativos de investigación para elaborar herramientas de apoyo y sustento conceptual que faciliten los procesos de monitoreo y la participación política de las Mujeres Indígenas.
El último estudio global sobre la situación de Mujeres Indígenas realizado por FIMI en el 2020, indica que la violencia de género que enfrentan Mujeres Indígenas es un problema global y que se presenta a través de violencia doméstica, física, sexual, por medio de desapariciones, feminicidio, tráfico para la explotación sexual, matrimonio infantil, entre otros.
El mismo estudio agrega que, a pesar de la ausencia generalizada de datos y estudios sobre el tema, la información disponible demuestra que las Mujeres Indígenas sufren tasas más altas de violencia de género en comparación con mujeres no indígenas, además de presentar menores tasas de denuncias, limitada o falta de acceso a servicios cultural y lingüísticamente relevantes y de calidad, ausencia de políticas interculturales, limitado acceso a justicia e insuficientes políticas de prevención y protección en contra de las violencias.
Cabe destacar que en octubre del 2022 se aprobó la Recomendación General N°39 sobre los derechos de las Mujeres y Niñas Indígenas por el Comité para la Eliminación de la Discriminación contra la Mujer. Se trata de un instrumento jurídico internacional vinculante que nace de la comprensión e interpretación de la Convención sobre la Eliminación de Todas las Formas de Discriminación contra la Mujer (CEDAW) y se caracteriza por el reconocimiento de los derechos individuales y colectivos de las Mujeres y Niñas Indígenas; así mismo, presenta una amplia visión en el abordaje de la discriminación como un problema estructural, histórico cuya afectación es multidimensional.
La RG 39 ha sido un logro histórico de las redes de mujeres indígenas a nivel global a través de la participación activa, incidencia y cabildeo en el proceso previo, durante las sesiones del Comité hasta su aprobación.


Nuestros enfoques:
Derechos individuales y colectivos: Los derechos humanos individuales de las Mujeres Indígenas deben ser entendidos en el contexto de los derechos colectivos de sus respectivos pueblos y requiere un equilibrio entre su posición dentro de su colectividad y su individualidad como mujer.
Género y derechos de las Mujeres Indígenas: los derechos humanos de las Mujeres Indígenas son un componente integral de los derechos colectivos de los pueblos indígenas. Los principios del movimiento de mujeres son útiles para promover los derechos humanos de las Mujeres Indígenas e incidir en las políticas de las organizaciones indígenas.
Interseccionalidad: Las Mujeres Indígenas comparten diversas discriminaciones, pero las viven de maneras diferentes, en dependencia de su edad, orientación sexual, ubicación geográfica, discapacidad, entre otros factores; por lo tanto, será necesario asegurar esas diversas visiones para hacer análisis específicos sobre la intersección entre las diversas formas de opresión, de manera que les permita identificar medidas equitativas para enfrentarlas.
Sanación: Son el conjunto de saberes y prácticas ancestrales, basados en las cosmovisiones de cada cultura, para mantener, restaurar el equilibrio y la armonía del ser individual y colectivo; para prevenir el daño, liberar la impotencia, el dolor y el miedo, el susto, el enojo y la culpa. A las Mujeres Indígenas, la sanación les permite des internalizar la opresión y les ayuda a volver a reconocerse a sí mismas y, a ser reconocidas por su comunidad en su dignidad e integralidad.
Interculturalidad: El conocimiento y reconocimiento de las diversidades de los Pueblos Indígenas, idiomas, vestuarios, espiritualidad, prácticas, facilitará las relaciones interculturales y, ayudará a comprender que la interculturalidad se expresa a través de los códigos, contenidos, sistemas de control, discursos, construcción de verdades y racionalidades particulares para cada pueblo y cultura.
Relaciones intergeneracionales: Los abuelos y abuelas, las y los ancestros, sabios y sabias cumplen un rol fundamental de orientación y guía de las siguientes siete generaciones y, lo anterior se asegura en el quehacer del Observatorio.
Objetivo general
Visibilizar las situaciones de violencias que enfrentan las Mujeres Indígenas en todas sus manifestaciones y niveles, así como las soluciones lideradas por ellas mismas para promover el cumplimiento de los derechos humanos individuales y colectivos.

Objetivos Específicos

1. Sistematizar información relevante, accesible y detallada para contribuir al seguimiento e incidencia en la implementación efectiva de la Recomendación General 39 de CEDAW para la erradicación de las violencias contra Mujeres, Jóvenes y Niñas Indígenas.

3. Fortalecer alianzas de lucha contra las violencias hacia Mujeres Indígenas a través de la articulación con otros observatorios, instancias afines e iniciativas locales, nacionales e internacionales.

2. Difundir buenas prácticas de prevención, acceso a la justicia, sanación y reparación de las violencias, como iniciativas replicables y referentes para políticas y programas que destacan el rol de las Mujeres Indígenas como agentes de cambios.